La cirugía protésica de cadera y rodilla es una operación quirúrgica importante, una de los preocupaciones más importantes de nuestros pacientes es el dolor posoperatorio, este es intenso sobre todo los primeros días  tras la cirugía. La cirugía protésica de rodilla es habitualmente más dolorosa que la de cadera.

En la Clínica Vistahermosa hemos desarrollado una estrategia multimodal, es decir hacemos muchas cosas a la vez, para conseguir un control óptimo de este dolor inicial.

Controlaremos el dolor que se presenta tras la cirugía con diferentes técnicas.

• Al ingreso le colocarán una vía periférica (en vena) para poder darle sueros y medicamentos.
• Antes de la cirugía le administraremos medicinas que mejoran el control del dolor tras la operación. Se ha comprobado que la administración previa al inicio de la cirugía de analgésicos y antiinflamatorios refuerza el control del dolor después de la cirugía.
• Tras la cirugía se le administrará durante 24 horas la medicación para el dolor mediante un dispositivo llamado bomba de perfusión analgésica continua. Este sistema permite introducir directamente en la sangre y de manera continuada la medicación para el control del dolor. El dolor debe ser soportable. No dude en avisar a la enfermera si los medicamentos no hacen el efecto deseado.

 

• En la mayoría de los casos no se emplea anestesia general (salvo que por su estado de salud el anestesista lo considere necesario), sino que se realiza anestesia espinal, mediante una pequeña punción en la espalda que le duerme de cintura para abajo. Además, suelen sedarle, para que esté adormilado y esté más tranquilo durante la cirugía. Estas anestesias permiten un control óptimo del dolor las primeras horas tras la cirugía.
• En quirófano o en el área de recuperación postanestésica, el anestesista podrá realizar un bloqueo periférico para un mejor control analgésico tras la operación. Se trata de realizar una punción alrededor de un nervio o grupo de nervios inyectando un anestésico que “apaga” la señal de dolor proveniente de la zona de la operación. Con el bloqueo aumentamos las horas que el paciente tiene un excelente control del dolor.
• Durante la cirugía, los traumatólogos infiltran con diferentes preparados anestésicos los tejidos operados para sentir menos dolor tras la cirugía.
• A las 24 horas tras la cirugía se retirará la bomba analgésica y se administrará la medicación para el dolor por boca.
• El paciente será dado de alta hospitalaria si tiene un dolor controlado a las 48 horas de la intervención.

Estas estrategias se ven reforzadas por numerosas medidas que hacen que el posoperatorio inmediato de los pacientes que se someten a estas cirugías se perciban como menos agresivo por nuestros pacientes que hace años, rehabilitación el mismo día de la cirugía, poderse incorporar e ir al aseo el día de la cirugía, tiempo de ayunas posoperatorio mínimo, menor tiempo de cirugía, no necesidad de transfusiones de sangre, más y mejor control de la herida quirúrgica, nuevos apósitos que permiten la ducha, etc.