Desde hace semanas vemos las calles llenas de corredores. Es probable que el incremento de este deporte lleve a un aumento de los problemas en la rodilla.

Uno de los motivos de consulta más frecuentes es el dolor en la cara lateral de la rodilla. Se denomina rodilla del corredor y está relacionada con un tendón, la fascia lata, al pasar sobre una estructura ósea, el epicóndilo.

Inicialmente hay que acudir a la consulta del traumatólogo ya que hay que descartar otras causas de dolor, como por ejemplo una lesión meniscal. El tratamiento es fundamentalmente conservador, modificación de la actividad deportiva, ejercicios y estiramientos para trabajar la musculatura implicada y medidas para disminuir la inflamación, desde tecaterapia y masajes, hasta gestos más agresivos como infiltraciones y epi guiadas por ecografía.

Los resultados del tratamiento son buenos, sobre todo si no se demora su diagnóstico, volviendo los corredores a realizar su deporte sin casi periodos de reposo. Si todo falla, solucionaremos el problema operando, una artroscopia de rodilla en la que quitaremos el tejido inflamado y relajaremos la tensión en el tendón de la fascia lata. El porcentaje de buenos resultados supera el 90% y los pacientes vuelven a correr en pocos meses.