El ligamento cruzado anterior es una banda fibrosa que conecta la parte posterior-lateral del fémur con la parte anterior de la tibia y evita un desplazamiento hacia delante de la tibia con respecto al fémur.
La técnica de reparación del ligamento cruzado anterior, muy típica entre los deportistas, viene provocada por la torsión de la rodilla.
El ligamento cruzado anterior cuando se rompe, no tiene capacidad de curación, por lo que no tiene sentido coserlo, así que debe ser sustituido por un injerto que se obtenga del propio paciente o procedente de un banco de huesos.
Esta operación se realiza por artroscopia, mediante dos o tres mínimas incisiones. Las técnicas actuales permiten reproducir de una forma más anatómica el ligamento cruzado anterior del paciente y por tanto, obtener mejores resultados