Sustitución protésica total de cadera
La articulación de la cadera está formada por 2 partes: la cabeza del fémur y el acetábulo. Cuando tenemos la cadera sana, el cartílago que recubre los componentes se encuentra liso, suave y permite los movimientos sin dolor. Cuando esta articulación enferma, los cartílagos se deterioran y el paciente comienza a sentir dolor, rigidez y limitación funcional, disminuyendo la calidad de vida.
Diferentes enfermedades producen este deterioro articular, siendo las más frecuentes la artrosis, la necrosis de la cabeza femoral, enfermedades reumáticas como la artritis reumatoidea, la espondilitis anquilopoyética, las fracturas del cuello femoral, etc.
La sustitución protésica total de cadera consiste en la sustitución de dicha articulación de la cadera, que ha sufrido un desgaste importante, por cualquiera de esas causas, por una prótesis.
Beneficios de la intervención
Esta prótesis va a permitir recuperar el normal funcionamiento de la cadera, eliminando el dolor intenso que sufren estos pacientes tanto al caminar como en reposo. De este modo el paciente va a poder recuperar la calidad de vida perdida y volver a caminar con normalidad.
La Artroplastia de cadera no sólo se ha convertido en uno de los procedimientos con mayor índice de éxito y que sigue mejorando gracias a las contribuciones de numerosos investigadores, sino que también durante la última década se han aplicado de forma especialmente rápida nuevos materiales de carga, diseños y artroplastias de superficie de la cadera.
El éxito de la cirugía pasará necesariamente por la labor del paciente de hacer ejercicio, teniendo en cuenta las precauciones recomendadas para su cadera, sin olvidar el tener un estilo de vida sano.
Descripción técnico-médica
El recambio protésico total de cadera consiste en el reemplazo de los 2 elementos articulares, la cabeza femoral y el acetábulo, mediante la implantación de un vástago femoral y un componente acetabular.
Hoy en día existen multitud de modelos diferentes de prótesis de cadera, de diferentes materiales y con diferentes diseños. Existen componentes cementados y no cementados que se indican según la morfología de la cadera a tratar y la calidad de su densidad mineral ósea, la edad del paciente, etc. Cada tipo de prótesis se ajusta a unas necesidades y a un tipo de paciente concreto, y es por esto que el tratamiento de cada paciente es individualizado, implantándole la prótesis que mejor se ajusta a sus necesidades. A modo de resumen, los diferentes tipos de prótesis disponibles en la actualidad son:
- Prótesis total de cadera "convencional": tras resecar la cabeza femoral artrósica, se implantan dos componentes, uno en la pelvis con forma de cúpula y un vástago en el fémur. En la parte superior del vástago femoral, una cabeza de diferentes tamaños y materiales articula con la parte interior de la cúpula acetabular, de este modo se recupera el movimiento de la articulación. Es el tipo más utilizado en la actualidad en pacientes activos. Los materiales que componen la prótesis varían en función de la edad del paciente y de sus requerimientos de vida.
- Prótesis total de cadera de recubrimiento (resurfacing): las diferencias con las convencionales radican en que son siempre metálicas y en que la parte femoral no requieren que se reseque la cabeza, por tanto respetan mas cantidad de hueso del paciente a la hora de su implantación. Esto hace que sean adecuadas para pacientes jóvenes y activos, especialmente varones.
- Miniprótesis de cadera (mini-hip): son prótesis similares a las convencionales pero con un vástago femoral de menor tamaño, permitiendo que el material de fricción con el acetábulo sea metálico o preferiblemente cerámico. Requieren una resección de la cabeza femoral algo menor que con las convencionales. Son adecuadas para pacientes jóvenes y activos, especialmente cuando no queremos usar un par de fricción metálico.
- Prótesis parciales de cadera: son aquellas en las que solo se sustituye la parte femoral, con un vástago y una gran cabeza metálica que articula directamente con la pelvis. Se usan en pacientes de edad avanzada con unos requerimientos funcionales bajos. Por ellos se emplean en el tratamiento de pacientes con fracturas subcapitales de cadera. Habitualmente se trata de protesis cementadas.
La intervención
El recambio protésico total de cadera se realiza en quirófano. La duración habitual de esta intervención es de una hora, si bien el paciente permanece en el quirofano y la sala de despertar entre 3 y 5 horas. El paciente estará hospitalizado entre 3 y 5 días.
Medidas preoperatorias
- Valoración previa en consulta, decidiendo y exponiendo los aspectos concretos de la intervención y entregándole el consentimiento informado.
- Realización de un estudio preoperatorio completo con pruebas de laboratorio, ECG y estudios de Rayos X.
- Deberá cortarse las uñas de los pies, porque no le será posible hacerlo hasta 12 semanas después de la operación.
- Debe planificar su convalecencia en casa para después de la cirugía. Busque ayuda familiar, vecinos, asistencia social para que le hagan las compras, le aseen, le hagan la comida, etc.
- Consiga un taburete alto o una silla para la cocina y el baño, así como un suplemento para el WC. Los asientos deben ser altos con el fin de que sus rodillas no estén más altas que sus caderas.
- No beba alcohol ni fume 48 horas antes de la cirugía.
- Si la cirugía está programada por la mañana, debe acudir en ayunas al hospital. Si es por la tarde, desayune temprano y no tome alimentos sólidos ni líquidos a partir de las 9 horas.
- No debe llevar ningún objeto metálico durante la operación (anillos, pulseras, pendientes, piercing, etc.)
Cuidados postoperatorios
- Se le colocará entre las piernas un almohadón de abducción para evitar la aducción (cierre de las piernas) y así evitar la luxación potencial de su cadera, que puede mantenerse mientras se encuentre en la cama durante las primeras 6 semanas.
- Los drenajes se le retirarán al día siguiente de la cirugía. En los días siguientes se empleará una media elástica de compresión hasta la cadera, que se debe mantener al menos durante 3 meses.
- La movilización se inicia desde el primer día. La carga puede limitarse hasta un 50 % durante las primeras 6 semanas hasta que comience la osteointegración en las artroplastias no cementadas, ó será completa en las cementadas. En todo caso siempre deben seguirse las instrucciones expresas de su cirujano a este respecto.
- Recibirá profilaxis antitrombótica y antibiótica.
- Precisará, primero, de un andador, y posteriormente de unos bastones ingleses.
- Le desaconsejamos que flexione la cadera más de 90º o que realice una aducción de ésta (cruzando las piernas) durante las primeras 6 semanas.
- Después del alta, debe contactar con nosotros si tiene dolor en el pecho o dificultad al respirar; dolor, hinchazón o enrojecimiento en alguna pierna; dolor repentino en la cadera operada; o procesos febriles y escalofríos.
- Tras el alta, así mismo, deberá evitar una serie de movimientos y posturas durante 3 meses, para evitar daños y una posible luxación de su nueva cadera:
- No flexione la cadera más de 90º.
- No ponga las rodillas más elevadas que las caderas cuando se siente.
- No se agache a recoger cosas del suelo.
- Evite girar su pierna operada hacia adentro o afuera mientras permanezca sentado o tumbado.
- Evite cruzar las piernas por las rodillas o los tobillos cuando esté sentado o tumbado.
- Evite cargar peso.
También puedes descargarte el Consentimiento Informado desde la Página Oficial del SECOT, la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología