En la luxación de codo, los huesos de brazo y antebrazo salen de su posición más estable. Es una patología bastante frecuente y suele producirse por caída sobre la mano extendida. Cuando esto ocurre y con la sospecha de luxación, se debe proceder a la inmovilización y acudir a un servicio de urgencias para su diagnóstico y tratamiento. Esta lesión a veces puede implicar también a los ligamentos y/o nervios circundantes, por lo que una atención temprana es primordial.
La solución es la recolocación del codo, que puede efectuarse bajo anestesia y la inmovilización. La rigidez posterior puede solucionarse con rehabilitación.
Si la inestabilidad de la articulación persiste, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.