TRATAMIENTOS: CIRUGÍA ARTROSCÓPICA DE RODILLA
La artroscopia de rodillaes una técnica mínimamente agresiva que permite acceder y tratar un amplio espectro de lesiones y enfermedades en las diversas estructuras que componen la articulación de la rodilla, a través de dos pequeñas incisiones en la piel inferiores a un centímetro.
Beneficios de la intervención.
Se realiza la cirugía a través de pequeñas heridas.
Podemos solucionar una gran variedad de problemas por esta técnica:
- Tratamiento de las lesiones meniscales, cuando es posible la técnica de elección será la sutura meniscal, que permite conservar el menisco y por tanto evitar la artrosis futura. Si no es posible la alternativa es la meniscectomía que se pretende que sea lo más parcial posible para conservar la máxima cantidad de menisco y proteger al máximo la articulación.
- Artroscopia de limpieza en las artrosis incipientes y moderadas, resecamos los meniscos y los fragmentos de cartílago rotos e inestables.
- Lesiones del cartílago, mediante diferentes técnicas en función del tipo y tamaño de la lesión, trataremos estas enfermedades.
- Extracción de cuerpos libres articulares, que producen bloqueos articulares.
- Como técnica para ayudar a la realización de otras técnicas quirúrgicas en casos de fracturas de meseta tibial, arrancamientos de la espina tibial anterior, o en realineaciones del aparato extensor, por ejemplo.
Descripción técnico-médica
Habitualmente se practican 2 incisiones de 0,5 cm alrededor de la rodilla, por las que se accede a la zona lesionada con una cámara y el instrumental específico para cada tipo de lesión. En ocasiones pueden ser necesarias más incisiones según la patología a tratar.
La intervención La artroscopia de rodilla se realiza en quirófano,. La anestesia habitualmente empleada en estos casos es regional, el paciente está despierto, con lo que se consigue un postoperatorio con menos dolor que en la cirugía convencional de la rodilla. La duración de la intervención varía entre 10 y 60 minutos según la patología a tratar. El paciente habitualmente pasa unas horas en el hospital pudiendo dormir el día de la cirugía en su domicilio.
Medidas preoperatorias
Valoración previa en consulta, decidiendo y exponiendo los aspectos concretos de la intervención y entregándole el consentimiento informado. Realización de un estudio preoperatorio que consiste en un hemograma, bioquímica, coagulación, Rx de tórax y ECG.
Visita con el equipo de anestesia.
Se lavará con cualquier jabón antiséptico la zona a intervenir la noche anterior y la mañana de la cirugía. Si así lo desea, puede rasurarse la rodilla a operar en su domicilio el día previo a la intervención, desde mitad del muslo hasta mitad de la pierna. Consiga dos muletas o bastones ingleses que precisará durante algunas semanas en el postoperatorio.
Si la cirugía está programada por la mañana, debe acudir en ayunas al hospital. Si es por la tarde, desayune temprano y no tome alimentos sólidos ni líquidos a partir de las 9 horas.
No debe llevar ningún objeto metálico durante la operación (anillos, pulseras, pendientes, piercing, etc.)
Cuidados postoperatorios
Es posible que, tras la intervención, sienta durante los primeros días alguna molestia o hinchazón, que desaparecerán con la medicación que le indique su cirujano. Se le colocará un vendaje elástico compresivo, que puede mantenerse hasta que se realice la primera cura.
La movilización se inicia desde el primer momento. La carga, salvo contraindicación expresa por parte de su cirujano, se autoriza de manera inmediata, si bien se recomienda el empleo de dos bastones ingleses para la ayuda a la marcha en los primeros días. Al alta se le entregará un programa de ejercicios para que realice en su domicilio diariamente.
Después del alta, debe contactar con nosotros si tiene dolor en el pecho o dificultad al respirar; dolor, hinchazón o enrojecimiento en alguna pierna; dolor repentino en la rodilla operada; o procesos febriles y escalofríos.