Plastia de ligamentos de rodilla
La plastia de ligamentos de rodilla es una técnica mínimamente agresiva que permite reparar las roturas del ligamento cruzado anterior y/o posterior que se producen generalmente en pacientes jóvenes activos que han sufrido un accidente habitualmente deportivo y en ocasiones de otro tipo.
Beneficios de la intervención
Esta técnica o conjunto de técnicas se ha convertido en el estándar de tratamiento de las lesiones ligamentosas de la rodilla y está en constante desarrollo. A través de estas técnicas se consigue repara la lesión ligamentosa del paciente y permitir la vuelta a la actividad deportiva.
Descripción técnico-médica
Las lesiones de los ligamentos de la rodilla pueden tratarse por artroscopia de rodilla, por tanto con mínimas incisiones. Existen diversas técnicas para la reparación de este tipo de lesiones, en función del origen del injerto que se va a emplear para sustituir al ligamento roto, así como diversos sistemas de fijación de este injerto al hueso de la rodilla. Los ligamentso más habitualmente reparados en estas técnicas son el cruzado anterior y el posterior. Si bien la mayor parte de la intervención se desarrolla con técnicas artroscópicas (a través de dos pequeñas incisiones alrededor de la rodilla), habitualmente se precisa de una incisión adicional para la extracción de los tendones necesarios para elaborar el injerto que va a sustituir el ligamento roto. El material empleado para la fijación de dichos injertos al hueso es biocompatible y no precisa de su extracción, salvo complicaciones.
La intervención
La ligamentoplastia de rodilla se realiza en quirófano, y generalmente requiere el empleo de un dispositivo de isquemia en el muslo. La anestesia habitualmente empleada en estos casos es raquídea (generalmente epidural), con lo que se consigue un postoperatorio mucho más confortable y con menos dolor que en la cirugía convencional de la rodilla. La duración de la intervención suele ser de 60 minutos. El paciente habitualmente pasa una noche en el hospital, marchándose a su domicilio al día siguiente, tras la entrega de un informe de alta con las recomendaciones, tratamiento y citas de revisión a seguir.
Medidas preoperatorias
Valoración previa en consulta, decidiendo y exponiendo los aspectos concretos de la intervención y entregándole el consentimiento informado. Deberá aportar una lista exhaustiva de los medicamentos que se toma de forma habitual (incluyendo las plantas medicinales) en el momento de la operación. Realización de un estudio preoperatorio que consiste en un hemograma, bioquímica, coagulación, Rx de tórax y ECG.
Se lavará con cualquier jabón antiséptico la zona a intervenir la noche anterior y la mañana de la cirugía. Si así lo desea, puede rasurarse la rodilla a operar en su domicilio el día previo a la intervención, desde mitad del muslo hasta mitad de la pierna. Consiga dos muletas o bastones ingleses que precisará durante algunas semanas en el postoperatorio.
Si la cirugía está programada por la mañana, debe acudir en ayunas al hospital. Si es por la tarde, desayune temprano y no tome alimentos sólidos ni líquidos a partir de las 9 horas.
No debe llevar ningún objeto metálico durante la operación (anillos, pulseras, pendientes, piercing, etc.)
Cuidados postoperatorios
Es posible que, tras la intervención, sienta durante los primeros días alguna molestia o hinchazón, que desaparecerán con la medicación que le indique su cirujano. Se le colocará un vendaje elástico compresivo, que puede mantenerse hasta que se realice la primera cura. En determinados casos se le indicará por su cirujano la necesidad de emplear algún tipo de rodillera estabilizadora de rodilla. La movilización se inicia desde el primer momento. La carga, salvo contraindicación expresa por parte de su cirujano, se autoriza de manera inmediata, si bien se recomienda el empleo de dos bastones ingleses para la ayuda a la marcha. Al alta se le entregará un programa de ejercicios para que realice en su domicilio diariamente.
Recibirá profilaxis antitrombótica y antibiótica durante su estancia hopitalaria. Después del alta, debe contactar con nosotros si tiene dolor en el pecho o dificultad al respirar; dolor, hinchazón o enrojecimiento en alguna pierna; dolor repentino en la rodilla operada; o procesos febriles y escalofríos.