Se definen como dolor a nivel de los metatarsianos. La causa más frecuente es la sobrecarga de las cabezas de los metatarsianos sobre el plano de apoyo. Se presentan en forma de callosidades plantares recurrentes y dolor por la presión, lo que limita mucho la marcha. Generalmente se deben a un mal apoyo producido por una excesiva longitud o inclinación de los metatarsianos, como ocurre en el pie cavo. Otras causas menos frecuentes de metatarsalgia son las fracturas de estrés, neuroma de Morton, enfermedad de Freiberg (necrosis de la cabeza del metatarsiano), sinovitis, artritis, tumores, etc.
El tratamiento conservador consiste en el uso de calzado ancho con poco tacón y suela blanda, así como de plantillas a medida para conseguir una mejor distribución de las cargas en la planta del pie.
Ante el fracaso del tratamiento conservador se recurrirá al tratamiento quirúrgico que podrá realizarse por vía MIS (mínima incisión) o cirugía abierta según requiera la situación.
